Rodeado de amigos y familiares, y sumamente conmovido, el delantero Omar Bravo dijo adiós de manera definitiva al futbol en la cancha donde anotó muchos de los tantos que lo hicieron el goleador histórico de las Chivas: el Estadio Jalisco.
También dejó en claro que su gran amor siempre será el Rebaño. «A Chivas siempre le voy a desear lo mejor, es el equipo de mis amores, no lo voy a negar, es quien me ha posicionado como jugador y persona, a Jorge (Vergara) que me dio la oportunidad de estar tres etapas en el equipo, de tener un récord, de ser campeón, muchas cosas que pudo lograr en Chivas».
Finalmente, el mochiteco también se despidió de alguien fundamental para él. «El balón para mí es todo. El deseo de jugar siempre ha estado, pero hay que saber reconocer cuando no estás más. Gracias a todos, desde luego para mí este momento va a quedar en mi memoria y en mi corazón».
Bravo no descaró un partido de despedida y reconoció que estudia en este momento la carrera de director técnico.