– Aclaran homicidios de periodistas sonorenses
– Nada tuvo que ver la actividad informativa
– Terquedad del “gremio periodístico organizado”
EL excelente trabajo realizado por la Fiscalía General del Estado de Sonora para el esclarecimiento de dos asesinatos de periodistas ocurridos en febrero y marzo del año en curso, respectivamente, deja en claro una realidad: no todos los asesinatos de informadores son atentados a las libertades de prensa y expresión.
De acuerdo a la indagatoria de la autoridad sonorense, el atentado a balazos en contra de los comunicadores REYNALDO LÓPEZ y CARLOS COTA en hechos sucedidos el 16 de febrero eh Hermosillo, Sonora, en donde perdiera la vida el primero y resultara gravemente herido el segundo, tuvo su origen en una confusión de los atacantes y no por el ejercicio de su actividad periodística.
La fiscal CLAUDIA IRINDA CONTRERAS dijo que ambos fueron atacados por “error” por un grupo de sicarios, cuando se desplazaban a bordo de un automóvil muy parecido al de un grupo criminal antagónico.
La investigación permitió la identificación, localización y arresto de los responsables a quienes se les aseguraron tres unidades motrices, una granada de fragmentación, un arma corta de grueso calibre y drogas.
Del mismo modo, la Fiscalía General del Estado de Sonora aclaró rápidamente el asesinato del periodista SANTIAGO BARROSO ALFARO, en sangrientos hechos ocurridos el 15 de marzo en la ciudad de San Luis Río Colorado.
El informe oficial de la instancia investigadora dejó en claro que la agresión derivó de las relaciones personales y afectivas de la víctima y no como consecuencia de su trabajo informativo.
Las pesquisas permitieron arrestar al autor material identificado como Omar “N”, originario de Guasave, Sinaloa, quien, de acuerdo a la carpeta de investigación, cometió el homicidio con premeditación, alevosía y ventaja.
En consecuencia, de acuerdo al informe oficial, el atentado en Hermosillo, Sonora se debió a la confusión de un grupo de sicarios, mientras que el ataque en San Luis Río Colorado tuvo su origen en un lío de faldas.
Por supuesto que nada justifica los asesinatos y los responsables deber ser enjuiciados para que paguen por el delito cometido, como seguramente lo hará cumplir el aparato de justicia sonorense.
Sin embargo, afirmar que en ambos casos se atentó en contra de las libertades de prensa y expresión, es simple y sencillamente una irresponsabilidad y falta de ética profesional.
Lo anterior viene a colación por la constante postura de un grupo que se identifica como “gremio periodístico organizado en el país” que asocia, de manera inmediata y sin algún elemento probatorio, atentado a las libertades primarias cada vez que un informador es asesinado.
Por supuesto que se debe exigir el esclarecimiento del caso en solidaridad gremial, pero de ahí, afirmar que los autores son enemigos de las libertades de prensa, existe una abismal diferencia.
Cierto es que existen casos de agresiones mortales por publicaciones periodísticas. JAVIER VALDEZ y MIROSLAVA BREACH fueron asesinados en Sinaloa y Chihuahua, respectivamente, por afectar intereses a grupos delincuenciales.
Pero, en contraparte, existen casos como los sucedidos en Sonora que dejan en claro que los homicidios no obedecieron a circunstancias relacionadas con el ejercicio periodístico.
Sobra decir que, independientemente del móvil, los responsables deben ser encarcelados y enjuiciados.
Por lo tanto, la postura del “gremio periodístico organizado en el país”, que en realidad es de una sola persona, es irresponsable y falta a la ética profesional al difundir información no sustentada.
La Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, y la delegación México de la Federación Latinoamericana de Periodistas, signan la irresponsable postura por imposición de quien se autonombra “líder moral”.
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx