- Antorcha Campesina y gobiernos locales
- Se acabaron “moches” para los diputados
- Hechos bochornosos y crisis financiera
A PESAR de gritos y sombrerazos, la austeridad republicana del gobierno del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR comienza a cimbrar las finanzas de gobiernos locales y distintas organizaciones civiles.
De poco o nada han servido las movilizaciones y manifestaciones de alcaldes frente al Palacio Nacional en su demanda de mayores recursos económicos por parte de la Federación.
Tampoco los reclamos de los productores pecuarios se han visto coronados por el éxito que esperaban, a pesar de los bloqueos al palacio legislativo de San Lázaro.
Asimismo, la exigencia de los integrantes de la organización civil Antorcha Campesina no ha cambiado un ápice la decisión del Jefe del Ejecutivo Federal: los apoyos económicos serán entregados de manera directa a los beneficiados.
Dentro del marco de ese programa austero del gobierno de la Cuarta Transformación, también fueron desactivados los “moches” que los diputados federales cobraban a gobiernos estatales y municipales por ayudarles a gestionar recursos de distintos programas federales.
La cuota exigida por los legisladores era el diez por ciento del monto gestionado. En Tamaulipas, por supuesto, esa práctica inmoral e ilegal abultó carteras y cuentas bancarias de gobernantes y representantes populares en la Cámara Baja del Congreso de la Unión.
Ejemplos…claro que sí.
Durante la segunda administración municipal panista, presidida por NORMA LETICIA SALAZAR VÁZQUEZ, las “gestiones” del entonces diputado federal por Movimiento Ciudadano, GUSTAVO CÁRDENAS GUTIÉRREZ, fueron pagadas con la construcción de una estancia infantil que costó varios millones de pesos, con recursos y mano de obra dependientes de la alcaldía.
En la misma legislatura federal, el diputado albiazul CARLOS ALBERTO GARCÍA GONZÁLEZ también gestionó recursos extras para el ayuntamiento presidido por SALAZAR VÁZQUEZ.
Sin embargo, el mal reparto del diezmo provocó el enojo y enfriamiento de las relaciones entre la edil y el diputado federal. Trascendió que la alcaldesa matamorense se cobró “a lo chino” una deuda anterior del mismo origen.
Cuando GARCÍA GONZÁLEZ asumió la presidencia de la Junta de Coordinación Política en el Congreso Local, intentó, pero se quedó con las ganas, de proceder en contra de NORMA LETICIA en el tema de la cuenta pública, “por instrucciones superiores”.
Es evidente que la austeridad republicana-todavía no franciscana- de la 4T ha desestabilizado un sinfín de programas de trabajo de gobiernos locales y asociaciones civiles.
“Los vientos del cambio” en Tamaulipas se han visto obligados a rediseñar sus programas sociales y decretar una moratoria de pago a proveedores de servicios.
Desde luego que la Heroica Matamoros no escapó al “tsunami financiero” derivado de la austeridad republicana, por lo que actualmente enfrenta una severa crisis en materia de solvencia económica.
El imprevisto coloca al gobierno municipal de MARIO ALBERTO LÓPEZ HERNÁNDEZ en la antesala de un caótico cierre financiero en 2019, a un año y par de meses de gestión.
Entre otros daños colaterales, “la cresta” ha dado paso a incidentes bochornosos y crisis empresarial. El incumplimiento de compromisos estatales y municipales ha provocado que al menos dos medios de comunicación enfrenten serios problemas en su operatividad.
El periódico El Expreso de Matamoros se vio en la necesidad de reducir tamaño, páginas, tiraje y ediciones de sus ejemplares, además de reducir drásticamente su planta laboral, lo que, a su vez, le ha generado problemas obrero-patronales.