Recientemente se dio a conocer el caso del señor Víctor Nieto de 73 años, a través de las redes sociales, se trata de un adulto mayor que lleva varios años pidiendo limosna en las calles del centro de la ciudad.
Vestido con ropa y zapatos viejos, don Víctor se la pasa sentado afuera de un centro comercial o en el mercado, esperando que algún transeúnte se apiade de su situación y le regale algunas monedas.
A pesar de su aspecto descuidado, este abuelito está lleno de bondad y dulzura, su condición humilde no le impide sonreírle a las personas que pasan y dar gracias por lo poco que tiene, así lo expresó durante una entrevista que se le hizo en la calle.
Don Víctor comentó que ha llevado una vida muy difícil en estos últimos años, debido a la falta de empleo por su avanzada edad y no le quedó de otra, más que salir desde su domicilio ubicado en el Barrio Pajaritos para pedir dinero, como lo hacen muchos por las calles de esta ciudad.
Vivo en la pobreza desde hace varios años, antes vivía con hijo que quedó discapacitado, se lastimó la cadera en su antiguo trabajo, levantando unos fierros y ya no se pudo levantar de la cama, le dije que no se preocupara, que yo saldría a trabajar como pudiera, pero como estoy viejito nadie me da trabajo y mejor me puse a pedir limosna, si no me moría de hambre”.
El septuagenario recordó que en su juventud tuvo un buen empleo en un despacho jurídico como asistente de un licenciado, sin embargo mencionó “los años no pasan en vano” y con el tiempo fue reemplazado por personal más joven, sin haber hecho mucho para su retiro.
También dijo que en años pasados recibía el apoyo de un programa social, el cual le fue repentinamente suspendido.
Antes tenía el apoyo del 65 y Más, para que se lo voy a negar, pero ya no me lo dieron, no sé porqué, solo me dejó de llegar y pues ahora tengo que mendigar en las calles”.
Con las recientes lluvias el estado físico de su casa se ha deteriorado, comenta que ya van varias ocasiones que se le inunda y las pocas pertenencias que posee se le han echado a perder
Mi casa es muy humilde, está construida con madera vieja pero al menos no vivimos en la intemperie, doy gracias todos los días por lo poco que tengo, no me quejo, hay gente que no tiene ni un techo donde vivir, pero con tanta agua no creo que la casa me aguante mucho tiempo”.
Don Víctor necesita material para reforzar su casa, una buena cama, ropa y algunos muebles que otras personas no necesiten y guste donar. Su domicilio se encuentra en la Calle Coquena del Área Pajaritos, a un costado del canal de agua.
