Dr. Jorge A. Lera Mejía
En menos de una semana, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, modificó a la baja su proyección para el PIB durante segundo trimestre del año, pues ahora considera que puede caer hasta en 19% frente al año pasado, desde el 17% estimado antes, reconociendo que la recuperación económica será más lenta que la caída.
Herrera ha explicado que la expectativa es que el segundo trimestre del año sea el más afectado por las medidas de contención por la pandemia por Covid-19 y hacia junio hará de verse la recuperación, la cual será «alta respecto a la base actual, pero no vamos a llegar a donde estábamos antes de la pandemia «.
En medio de una polémica existencial de la dinámica anticiclica de los elementos claves del gobierno de la 4T, vuelven a resaltar las contradicciones entre un dirigente que un día sí, y otro también, menosprecia la necesidad de cambiar el contenido y tono de su discurso anti empresarial, dando por fin un toque de auténtico estadista y dejar la postura de un boxeador que solo hace gala de un ‘fajador’ que no de un gobernante que ve por todo y por todos.
Esto se cita, por que desde el principio de la caída del PIB en 2019, y su agudización en 2020 con la pandemia del Covid-19, el gobierno de la 4T se viene resistiendo en apoyar en forma directa y sin discriminaciones, a la economía representada por dos autores fundamentales… los más de 500 mil micro y pequeñas empresas en cierre parcial o total de sus actividades, y los más de 14 millones de trabajadores que de acuerdo a las encuestas rápidas del INEGI, se encuentran en paro laboral provisional, o incluso, en abierto desempleo.
Para evitar caer en contradicciones con las autoridades de la 4T y lo que ellos afirman de realización de apoyos directos e indirectos ante la contingencia, solo basta entender lo que representan dichos estímulos y apoyos reflejados en porcentajes del PIB en México, y en el resto del mundo.
De acuerdo a lo publicado en mayo por el diario El Financiero: […] Primero informar que de acuerdo a datos oficiales, México ha venido destinando un aproximado del 0.7% de su PIB en dichos apoyos.
México es la segunda nación de los miembros del G20 que menos ha invertido en programas fiscales para mitigar el impacto de la pandemia, solo por delante de Sudáfrica, de acuerdo a reportes del Fondo Monetario internacional (FMI), FocusEconomics y el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).
Se estima que Sudáfrica, —último sitio—, ha destinado el 0.3% de su PIB (cerca de mil millones de dólares) en estímulos, mientras que México ha aplicado solo 0.7% de su PIB.
Estas cifras contrastan con naciones más desarrolladas dentro de los miembros del G20, como Reino Unido, Francia y Estados Unidos, quienes han destinado el equivalente al 17.7, 15.2 y 10.5% de su PIB, respectivamente, de acuerdo con el CSIS.
Además, sus pares latinoamericanos, como son Brasil y Argentina (ambos miembros también del G20) destinaron cerca del 3.9 y 3.7 por ciento como porcentaje de sus economías locales, para combatir la pandemia, según el Centro.
En América Latina, México es de las naciones con el porcentaje más bajo destinado para combatir el impacto del coronavirus, solo por debajo de Honduras, quien ha destinado el equivalente al 0.6% de su PIB. En la región, gobiernos como Perú y Guatemala han anunciado apoyos por más del triple que los propuestos por México en relación a su Producto, donde esas naciones centroamericanas aportarán el 12 y 3%, respectivamente […] Fin de cita.
Por lo aquí citado, la mayoría de gobiernos estatales, la totalidad de organismos empresariales y de centrales de trabajadores, así como universidades e instituciones de investigación, han venido proponiendo al gobierno federal, diferentes propuestas y proyectos de inversión en infraestructura, financiación vía créditos blandos pymes, así como apoyos fiscales y de ampliación de plazos de pagos de impuestos y tarifas de servicios públicos.
Pero la respuesta ha sido que no se aplicarán dichos estímulos, a contracorriente de lo que la mayor parte de países del mundo vienen haciendo.
Ayer trascendió que el gobierno de Donald Trump, solicitó autorización del congreso para aplicar un nuevo plan de emergencia con inversión en infraestructura por casi un billón de dólares, ante la noticia que la crisis aún no llega al fondo.
Los congresistas de ambos partidos y Trump están debatiendo el momento y el alcance de nuevas medidas de estímulo para una economía estadounidense sumida en la recesión por las medidas de aislamiento nacionales para frenar la propagación del coronavirus. Es la indicación más reciente de un impulso de Washington para un gasto intenso en infraestructura antes de las elecciones.
Por ello, es tiempo de mirar similares estrategias del gobierno mexicano. Por lo pronto ya se oyen rumores de ajustes en el gabinete económico, se menciona que pueden cambiar al secretario de Hacienda, Arturo Herrera, sonando fuerte el nombre de Jonathan Heath para sucederle, actual Vicegobernador del Banco de México.