Historia de fin de sexenio

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Hay historias, realizadas como periodistas, que merecen ser recordadas a través de los años. Va una. Ojalá y sea de su agrado querido lector, o cuando menos que no le reproche a este colaborador.

Empezaba a correr el año 1987. Finalizaba la administración del gobernador EMILIO MARTINEZ MANAUTOU, uno de los políticos más destacados de Tamaulipas y de México. En 1970 ”por piernas” se le “fue” la Presidencia de la República.

El que escribe laboraba para lo que simplemente llamaban (en la jerga de los comunicadores) “prensa de gobierno”. Tenía tres años manejando la información oficial. El objetivo era tratar de darle “imagen” al doctor que tomaba bebidas espirituosas por lo menos 25 horas diarias.

Por segunda vez en la historia cueruda, el despacho del ejecutivo se había convertido en cantina. La primera se la reservó el General RAUL GARATE LEGLEU, el sucesor interino del depuesto HUGO PEDRO GONZALEZ.

Antes de culminar la administración, los estrategas manautouistas, por aquello de la posteridad histórica, recomendaron entrevistas de prensa con el ejecutivo. Las teníamos que hacer porque era riesgoso someterlo directamente con los reporteros. A veces son muy inquietos.

Para nosotros no era nada del otro mundo. Estábamos familiarizados con los temas del día a día. Incluso en alguna ocasión nos pidieron elaborar algún discurso del Gobernador.

Nos mandaron (ya los teníamos) un bonche de datos del entonces COPLADET y, cigarrillo tras cigarrillo le fuimos dando orden a una entrevista ficticia y convenenciera con aquel político que, decían, “se frustró porque no fue Presidente”.

Ya le inventábamos declaraciones. Uno de sus principios era no dar entrevistas a los medios. Nunca le entendimos por qué. Los periodistas en cambio se habían empeñado en molestarlo cada que lo veían, entrada o salida de Palacio.

No necesitábamos sus palabras. Manejábamos temas y sectores al dedillo. Había combatido ferozmente el alcoholismo en ciudades y pueblos “de manera permanente e inflexible”. El podía tomar. Los demás no.

Cuando llegó al gobierno había 12 mil 624 establecimientos de bebidas que laboraban día y noche los 365 días del año, más otra cifra similar que trabajaban en la clandestinidad o bajo el disimulo de funcionarios corruptos.

Cuando se fue, aquel hombre dejaba cinco mil negocios que cerraban obligatoriamente los domingos y no más allá de las doce de la noche (fuera de unos cuantos que manejaba el porrismo).

Es tema que aventamos por delante y de ahí los fuimos desgranando en pregunta y respuesta, con medida todas. Ni mucho texto ni escaso. Sabíamos que el viejo era parco y no rebuscaba sus palabras.

Aventamos las entrevistas por teletipo (entonces no había Internet) a los grandes diarios nacionales y estatales, en tanto los administrativos se encargaban del “pago en efectivo”. Nadie daba crédito. La administración fenecía.

Ya nos habían ordenado destruir los miles de negativos (rollos fotográficos) que marcaban la historia gráfica del sexenio. También miles de documentos que “sobraban”. Eran los archivos todos.

Entre otros, la lumbre consumió decenas de negativos que marcaban el inicio, avances y conclusión del Centro Cultural Tamaulipas, donde fue precisamente el último informe del médico matamorense.

Antes de continuar sobre aquellos aconteceres, solo una pregunta ¿hay algún fin de sexenio que sea diferente?.

Dicho y hecho. Ya están los recursos de inconformidad en contra del reparto del pastel plurinominal. Donde hay lana en abundancia se da el pleito.

Mire usted, hasta el PES –Partido Esfuerzo Social-, una organización que tiene a sus militantes en cientos de iglesias cristianas regadas por Tamaulipas, quiere diputación de gorra. Se lanzó contra del IETAM.

Presentó la demanda Don ALEJANDRO GARCIA SANCHEZ, de Río Bravo, mismo que se quedó de jefe estatal cuando los PINEDA MORIN se fueron a disfrutar de los subsidios del gobierno.

Acá entre nos, querido lector, va a ser difícil que se la den. Los Peses apenas cosecharon 36 mil y pico de votos. Se quedaron a cinco mil de la nómina.

Por el otro lado está el Movimiento Ciudadano que no se conforma con la que le dieron a Doña LUPE BIASI SERRANO, la suegrita de la alcaldesa de Matamoros, LETY SALAZAR. Quieren dos. La otra para JOSE LUIS GONZALEZ ROSALES, el desertor cardenista de Aldama.

En una opinión (antes de los sucesos) también la perderán. Sus clientes no alcanzan para dos sueldos.

Los que se fueron en caballo de hacienda son los del Verde y Panal (los profes). El PRI les “regaló” votos.

Mire usted. Los del Verde por si solos consiguieron 18 mil 795 votos, pero necesitaban llegar a 41 mil 531 para hacerse de un escaño.

El PRI les “regaló” 22 mil 736. Será diputado HUMBERTO RANGEL VALLEJO (por segunda ocasión).

Otro de los socios del tricolor, el PANAL, muy apenas obtuvo 27 mil 912 sufragios. El PRI le aportó 27 mil 496, según los convenios de coalición que firmaron de antemano.

Será esta la última asociación que firme el PRI con sus paleros que, en esta ocasión, le ayudaron pero a perder. En el 2018 necesitará votos directos para no irse al sótano y quedar en la nada en la entidad.

Y los otros, el Verde y Panal, que son un lastre oportunista, seguramente abandonarán a su antiguo socio mayoritario para matrimoniarse con el partido dominante, el PAN. No somos adivinos pero el asunto por ahí va.

Antes de irnos, mire que se acerca el fatídico 30 de septiembre en que se definirá la dirigencia de la Sección 30 del magisterio. La coincidencia en los bandos en pugna es que nadie, ni el equipo de gobierno que se va, ni el que viene, han metido las manos. El “dedazo” podría venir del valle del Anáhuac.

La democracia no cabe en el SNTE. Los profes están acostumbrados –histórica y ancestralmente- a los cacicazgos ¿o no?.

PD.- Nos dicen que en la colaboración de ayer, de “los que cobran en gobierno”, faltó la Organización Emiliano Zapata de ESTEBAN RUIZ LOZOYA. Aparte aterriza una de sus hijitas llamada NORA HILDA RUIZ LANDIN.