JOSE

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-“¿Que dónde me hice este tatuaje?”-, dijo JOSE, señalándose el dorso de la mano derecha, entre el dedo pulgar y el dedo índice-.

“En la cárcel. Fue en la cárcel.

Yo caí a la cárcel hace muchos años, cuando todavía estaba el “zumbido”.

En “el zumbido” me buscaron bronca y con una pequeña navaja que traía piqué a mi rival.

El piquete no era de muerte, pero usar la navaja, el arma blanca, como me dijeron, fue grave.

Por eso fui a parar a la cárcel de la 21 y González.

Cuando llegué, luego luego me dijo el capataz: “Te tienes que dar un tiro con este bato”.

“Pos si”-.

Y el bato me puso. Pero no me rajé.

Luego me pidieron dinero para no hacer la fajina.

La fajina es lavar los excusados y los baños que siempre siempre están sucios.

Pedía a mi esposa que me diera algo de dinero del que tenía guardado.

No era mucha lana, pero se los dí.

Me dictaron el auto de formal prisión… Y por no tener dinero para la fianza, allí me quedé.

No alcancé cama. Dormía en el suelo, en el piso, sobre una colcha.

Era tiempo de calor y no se podía dormir porque suda uno mucho.

De la crujía nos sacaban dos horas al patio para hacer ejercicio o caminar.

Unos jugaban béisbol, otros volibol.

Cuando la pelota se iba para la calle, a esperar que la regresaran.

Y sí la regresaban. Pero a veces regresaban dos o tres bolas de más… Unas venían rellenas de mota.

Pero la mota también pasa por la puerta.

Con una “corta” y los custodios… Ni la ven.

Dentro de la cárcel hay refrescos, cerveza, whisky, Don Pedro, Tequila, aguas minerales y hielo.

Con dinero baila el perro.

Allí el capataz es la ley.

Si el director del penal quiere hacer algo, habla primero con el capataz.

¿Autogobierno? ¿Qué es eso?.

Ah, sí. Adentro mandan los presos.

Hay grupos. El que tiene más armas es el que manda.

Y como allí mandan mucho, yo mejor me hice mandadero.

“¡JOSE ve para allá!” y allá voy.

“¡JOSE ven para acá!”- y acá vengo.

Y adentro me tatué esta pequeña cruz en la mano.

Pero es de una capa, se puede quitar. Yo digo.

Mi señora me venía a ver todos los domingos y los jueves, día de la visita conyugal.

Pero luego no vino un domingo.

Después tampoco vino un jueves.

Y así pasó, hasta que dejó de venir seguido.

Venía cada mes o allá a las quinientas.

Me decía que tenía que trabajar o lavar ajeno. Tu sabes.

Pasó un año y cuando se acercaba Navidad alguien me vendió un boleto para la rifa de un televisor.

Compré el 45.

Luego alguien rifó también una lana y volvía comprar el 45.

Que una rifa para una esclava de oro… Compré otra vez el 45.

Le entré a varias rifas.

Adentro se hacen rifas, pero nadie se va al baño. Dentro de lo chueco… Todo es muy derecho.

Y en diciembre ¡rájale!, que le sueno al 45.

¡Qué bruto!, le pegué a todos los premios.

Cuando me empezaron a entregar las cosas, le hablé a mi abogado.

“Te doy todo eso, todo… Pero sácame de aquí”-.

El abogado investigó, tramitó la fianza y me dijo: “Al rato te vas”.

Era en la tarde.

A mis compañeros presos les regalé mi colcha, mis cobijas… Todo lo que tenía.

Y salí.

Pero me encontré con que la circulación de la Calle González ahora era, al revés. De la plaza para la salida a Reynosa.

Y que la Calle Morelos ahora era de donde el sol se pone, para la plaza…

Yo vivía por el rumbo de la alberca Chávez.

Me regresé y le pregunté al abogado que qué camión o pesera tomaba para ir al barrio del Modelo.

Él me llevó en su carro.

Cuando llegué frente a mi casa sentía que el pecho me iba a estallar.

Abrí la puerta de mi casa… Y los vi.

Vi a mi esposa con otro hombre.

Me dije para mis adentros “Los mato y me regreso a la cárcel ¿O qué hago?”-.

Ellos se me quedaron viendo. Cerré la puerta y mejor me fui a buscar la casa de mi hermana.

Que si sentí gacho. Sentí regacho.

Ya pasó el tiempo.

Me junté con una buena mujer.

Acabo de hacer un cuarto de material y hoy le di la llave de la puerta.

“Esta es tu casa”-, le dije.

Sí. Este tatuaje me lo hice en la cárcel a donde no quiero jamás volver.

Ahora vendo tacos de tortillas de harina y… Ahí la vamos pasando.

Ah, sí. En la cárcel si hay eso que dice del auto con gobierno o autogobierno. Bueno, adentro manda el capataz.

Y si… Se vende de todo”-.

Eso platicó un ex convicto al que hemos llamado “José” y que ahora… Vende tacos de tortillas de harina.

MOTIN EN EL PENAL DE CIUDAD VICTORIA

La penitenciaría estatal fue, otra vez, escenario de un enfrentamiento entre reos y policías.

El saldo no puede ser más lamentable: 6 representantes de la autoridad muertos: 5 policías y un custodio.

No se habla de reos muertos, pero…  Seguro hay.

¿Por dónde pasan las armas y municiones que tienen los reos?.

Presuntamente, por la puerta de entrada al penal.

Si eso sucede, los custodios encargados de la vigilancia en esa aduana, son sus propios enemigos.

JESUS DE LA GARZA ENCABEZA REUNION DE PROTECCION CIVIL

El presidente municipal, JESUS DE LA GARZA DIAZ DEL GUANTE, encabezó ayer la segunda reunión del Consejo de Protección Civil donde se tomaron medidas preventivas a realizarse en breve para estar preparado ante cualquier contingencia ambiental.

Como es temporada de huracanes, lo que se busca es aplicar medidas preventivas para evitar inundaciones en caso de lluvias torrenciales.

Más tarde, el Presidente Municipal acudió a la toma de protesta de los nuevos directivos de la Sociedad de Urbanismo de Tamaulipas.

MARIA DEL PILAR GOMEZ LEAL, protestó ante la Mesa Directiva del Congreso del Estado, como titular del Instituto de Investigaciones Parlamentarias de este Poder, para desempeñar el cargo por tres años.

Por hoy, es todo.