Concluyó el novenario del fallecimiento del PRI en Tamaulipas. Los deudos hacen algunas reflexiones que podrían serles de utilidad en el futuro.
Ahora que se dan cuenta que su partido, en los hechos, tenía bastante tiempo moribundo, encamado, desahuciado. Es más, para las bases ya había muerto desde tiempo atrás.
La otrora poderosa maquinaria electoral ya no existe. Los líderes se encargaron de asfixiarlo. Han desaparecido los consejos municipales y estatal, los directivos de los dos niveles y los jefes (o jefas) de los dos mil nueve seccionales no existen.
Se acabó la siempre bien enaceitada UVA (Unión de Viejas Argüenderas como la bautizó el fallecido líder del Club Webberson, HECTOR TRETO CISNEROS) de la última mitad del siglo pasado.
Si los jerarcas quieren revivir aquellas épocas gloriosas tendrán que levantar un cadáver, organizarse y chambear, algo a lo que no están acostumbrados los “ninis” de los nuevos tiempos como AMBROSIO RAMIREZ PICASSO, de Victoria, quien tiró el harpa esta semana sin rendirle cuentas a nadie.
No existen consejos ni comités. Quedaron desarticulados a manos de la oposición y de no pocos traidores.
Los dos mil y pico de seccionales fueron designados en agosto del 2010. Están por cumplir sus primeros ocho años, cuando estatutariamente deben permanecer tres.
SERGIO GUAJARDO MALDONADO, como sustituto de RAFAEL GONZALEZ BENAVIDES, llegó el 26 de agosto del año pasado, tras una desastrosa campaña interna que los debilitó entre acusaciones y deslealtades.
Lo primero que hizo el buen “Checo” fue pedir el aval del CEN para que los seccionales “se quedaran” hasta transcurrido el periodo electoral federal y local del 2018, mismo que está por finalizar.
En lugar de renovar, GUAJARDO quiso hacer una campaña con la coja y arcaica estructura de los 43 municipales. No pocos se habían ido con el enemigo y hasta aspiraban a las candidaturas de MORENA y del PAN.
GUAJARDO debió haber terminado el 15 de diciembre. Iba por menos de cuatro meses.
Pero el 13 de noviembre solicitó a los jefes quedarse para dirigir la “ingeniería electoral” del 2018. Se lo autorizaron un día antes de vencer su ciclo estatutario, el 14 de diciembre.
Se quedaba con otro lastre, AIDA ZULEMA FLORES PEÑA, secretaria general, quien había llegado con GONZALEZ BENAVIDES en diciembre del 2013.
El argumento fue que, el ocho de septiembre del 17´ había arrancado el proceso electoral local.
Tampoco hay consejo estatal (ni municipales). Siguieron validando con carácter provisional los instalados en agosto del 2014, que debieron terminar tres años más tarde.
No saben los priístas cuantos consejeros tienen. Unos afirman que son alrededor de 700; otros que 500 y hasta menos. La verdad es que la mayor parte de sus integrantes ya se fueron. Otros están en el “bote” como dos ex gobernadores.
Los ex alcaldes son parte del Consejo Político Estatal. Sin embargo muchos de ellos arrastran una cola más larga que un tren carguero. Echaron pies en polvorosa cuando los llamó la Auditoría Superior.
Igual los ex diputados forman parte de la estructura, o formaban porque varios ahora son miembros de los ayuntamientos recién electos.
La “reflexión” de los tricolores dice que, si bien la nueva dirigencia estatal hizo la pantomima de renovar, lo real es que fueron ratificados con carácter interino el presidente y secretarios generales de los 43 municipios.
Para recibir la anuencia de continuar en esa falsa estructura del partido, los jefes comandados por “Checo” GUAJARDO prometieron que, en cuanto termine el proceso electoral 2017-18, el CEN deberá expedir la respectiva convocatoria partiendo de cero.
En un descuido para cuando reaccionen, allá por finales de septiembre, no encontrarán ni para cubrir el Consejo Estatal y menos los municipios “chicos”.
Hay ex presidentes del CDE que partieron hace meses como FELIPE GARZA NARVAEZ, y un ALVARO GARZA CANTU, que seguramente no quiere saber nada del tricolor.
¿Quién para el PRI estatal?, se sabe que primero se apuntan los que no pueden y menos tienen los recursos y la capacidad de “pasar la charola” entre los capitanes de empresa, como LUIS ENRIQUE “La Viruta” ARREOLA VIDAL.
Hay otro que no se descarta, ALEJANDRO ETIENNE LLANO, político de los tiempos egidistas, diputado local, y uno que ya pasó por el viejo edificio de tres pisos, ENRIQUE CARDENAS DEL AVELLANO, con un expediente que no tiene mancha.
¿Que pueden hacer?, deberán partir de cero, renovar el consejo político estatal, los municipales y, cuando terminen, dedicarse a los seccionales.
Es en el último eslabón de la médula priísta donde las oposiciones coptaron a sus militantes. Las preferencias electorales se venden al mejor partido.
Aparte de una desarticulación completa, aquellos que se atrevan encontrarán una organización sin dinero por las multas constantes que le aplica el árbitro electoral, en este caso el INE. En las campañas del 2016 y precampañas del 2017 sus aspirantes cometieron irregularidades que ahora les cuestan.
Por lo pronto el partido está muerto. Fue sepultado el uno de julio, siguieron los funerales y el novenario acaba de terminar. Si las nuevas generaciones no pierden la esperanza, Don PRI podría resucitar de entre los muertos (como LAZARO) allá por el 2050.
En otras cuestiones, los “compromisos” de LOPEZ OBRADOr siguen siendo la botana de todos los días en cantinas, cafés y centros de reunión. Si no se apura no tendrá tiempo de cumplirlos.
Va a estar cañón convertir a México en autosuficiente en alimentos, hidrocarburos, bajar los precios de la luz, gas, generar empleos y crecer al ritmo del 4.0 por ciento anual.
Si nos vamos a su proyecto de República Alterna, también afirma que a principios del 2019, mejorará los sueldos de los trabajadores al servicio del estado, aumentará sueldos a maestros, enfermeras, médicos, soldados.
Ahora mismo anuncia que reducirá los sueldos de los servidoresm pero en su proyecto afirma que a la burocracia federal subirá en cuando menos tres puntos, prestaciones, les dará “vales de fin de año, alimentación, vestuario y otras se entregan en dinero y no en especie”.
Garantiza que la atención médica y medicina serán gratis en todos los hospitales de México.
Mejor así le dejamos porque se nos hace que no podrá cumplir ni en 40 años de gobierno.
Concluyó novenario del PRI.
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