Amsterdam, 22 Oct (Notimex).- Las plagas que mataron a millones de europeos y asiáticos comenzaron hace alrededor de mil 500 años, sin embargo científicos hallaron evidencias de que las primeras víctimas de la peste vivieron en la Edad de Bronce, hasta cuatro mil años atrás.
Un equipo internacional de investigadores descubrieron que variantes previamente desconocidas de la plaga causada por la bacteria Yersinia pestis causaron pandemias humanas con millones de muertes desde tiempos históricos.
Los científicos estudiaron el ADN de los dientes de 101 esqueletos que datan de la Edad de los Metales de Europa y Asia, recogidos de varios museos y excavaciones arqueológicas, y encontraron que por lo menos siete de esas personas fueron infectadas con la bacteria de la peste.
El ADN de microbios infecciosos ha sido encontrado en dientes de personas que vivieron en la Edad de Bronce y la Edad de Hierro, hace entre cuatro mil 800 y tres mil años, afirma el genetista evolutivo Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague.
Willerslev y su equipo estiman que la Yersinia pestis fue inicialmente transmitida de persona a persona, por ejemplo al toser un enfermo cerca de un sano, ya que a la bacteria le faltaba entonces un gen que más tarde le permitió infectar a las pulgas.
Los resultados de esta investigación, publicado este jueves en la revista científica Cell, empujan hacia atrás la evidencia más temprana de que las pulgas provocaron la plaga y ofrece una pista clave sobre cómo esta enfermedad se hizo tan contagiosa.
La plaga causó muerte en Europa por lo menos desde la época romana, con al menos tres grandes pandemias que cambiaron el curso de la historia, la primera fue la plaga de Justiniano desde el año 541 al 544, la cual debilitó al Imperio Bizantino.
La segunda fue la Muerte Negra, que mató a casi la mitad de la población de Europa entre 1347 y 1351; y la tercera fue la Gran Plaga de 1665, que duró más de 30 años.
Expertos de ADN antiguo han demostrado en los últimos años que la Yersinia pestis causó esas tres pandemias, pero hasta ahora no habían sido capaces de determinar si esa bacteria causó las plagas reportadas hace dos mil 224 años en China y hace dos mil 500 años en Grecia.
Sólo sospechaban que versiones antiguas de la bacteria no habían sido tan devastadoramente rápidas para propagarse, pero que no podían probarlo.
En el nuevo estudio, los científicos identificaron orígenes y migraciones de los primeros europeos, y encontraron que un grupo de pastores nómadas, Yamnaya, recorrieron Europa desde las llanuras de Rusia y Ucrania hace entre cinco mil y cuatro mil 800 años.
A continuación estudiaron si éstos nómadas portaban enfermedades a través de muestras de ADN y detectaron la bacteria de la plaga en dientes de siete de los esqueletos, que datan de entre hace cuatro mil 800 años y casi tres mil años en Rusia, Estonia, Polonia y Armenia.
De acuerdo con sus hallazgos, los genomas de la bacteria carecían de dos genes que le ayudaron a evadir primero el sistema inmunológico de los seres humanos y más tarde el de las pulgas que infestaron a los roedores que propagaron la enfermedad.
Usando las mismas muestras, el equipo trazó la secuencia de Yersinia pestis y confirmó que evolucionó a partir de una bacteria del suelo estrechamente relacionada con la Yersinia pseudotuberculosis, que causa la fiebre escarlata de Extremo Oriente en los seres humanos.
“Este estudio cambia nuestra visión de cuándo y cómo la plaga afectó a las poblaciones humanas y abre nuevas vías para el estudio de la evolución de las enfermedades”, añade Willerslev.