LA CALMA CHICHA

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Cuando el mar esta apacible, con la mínima marea y pareciera un plato por su brillo y vista infinita, los pescadores la catalogan como la “Calma Chicha”, pero la misma trae dos augurios; buen tiempo o la proximidad de una trifulca con aguas convertidas en dañinas tormentas.

Eso parece estar ocurriendo ahora mismo, pero en tierra, en donde se ve una aparente tranquilidad con vientos ligeros que solo bailotean las ramas del poder, pero abajo, en las raíces de, se escuchan los rugidos de las almas en disputa por lo que conocemos como la guerra política.

Los movimientos bruscos reiniciarán en las próximas semanas, cuando primero en el PAN, se registren los candidatos a la elección federal en las juntas distritales de Tamaulipas, entre el 17 y 18 del presente mes, y luego vendrán los registros a las candidaturas locales en el comité estatal.

En Morena, la espera es aún peor, se anuncia que será hasta mediados de marzo cuando suenen sus campanas y se vea el humo de su esperanza guinda.

Va a haber heridos, algunos con daños irreversibles que harán replantar si se adhieren al elegido o de plano buscan nuevos horizontes para encontrar su sanación y un supuesto perdón, como ya lo han hecho muchos que han encontrado en la conversión mejores expectativas de lo que aprendieron a hacer desde que tienen memoria: vivir del erario.

Tanto en el PAN, en Morena o en MC, la idiosincrasia es similar, no existen castas ni sangres diferentes y el inconformismo es justificado, bajo el argumento que se eligió candidato quien menos merecimientos tenía.

El yoyismo narcisista no se borra con agua y jabón, casi todos dicen ser los mejores y el de al lado es un inservible, oportunista y gandalla, de ahí los chapulineos tan comunes de las ultimas décadas, en donde inclusive, se crean partidos al vapor para sacudirse la vieja política y empezar cual nuevo amanecer.

Y que decir de las famosas listas plurinominales, en donde solo se ven dinosaurios o sus descendientes repartiéndose los huesos, dejando fuera a nuevas generaciones y solo tapándole el ojo al macho para hacerse los demócratas.

Por eso, muchos no votan, menos los jóvenes; la calma hecha rencor es el principal obstáculo del cambio verdadero.

vientosdelsur@infinitummail.com