Por Carlos López Arriaga
Cd. Victoria, Tam.- Cargadito el domingo, Informe sexto (¿y último?) del presidente LÓPEZ OBRADOR. Gran fiestón meticulosamente preparado en su querido zócalo, testigo principal de su larga y a la postre exitosa carrera política.
El hombre avisó de antemano que el mensaje sería largo, ofreció a sus invitados centenares de asientos (millares acaso) que desde muy temprano daban un color gris metálico a la gran plaza.
También sugirió llevar gorras, sombrillas, agua. Aunque ya en el lugar, la anfitrionía oficial dispuso la entrega de lonches y alguna bebida, en especial a quienes llegaron en camiones desde lugares tan diversos como Zacatecas, Veracruz y Oaxaca
Fue un informe de seis años que en buena medida engloba el diagnóstico de avances y logros que le conocimos en su reciente libro (“Gracias”, Editorial Planeta, febrero de 2024). Magno evento dominical, uno más entre varias despedidas.
De hecho, el pasado viernes 30 de agosto hubo un ágape previo con aclamación y almuerzo junto a blogueros y #youtubers de los llamados independientes, en el mismo Salón Tesorería. Ahí donde se llevan a cabo las conferencias matutinas, también llamadas “mañaneras”.
No tenían, por cierto, ese nombre. El mote vino de los reporteros de la fuente, como extensión de un programa radiofónico y después televisivo llamado “El Mañanero”, difundido en distintos medios y de manera intermitente entre 2002 y 2018, bajo la conducción de VICTOR TRUJILLO, “Brozo”.
QUEMANDO ETAPAS
Pero ANDRÉS MANUEL no se ha ido. Empezó apenas su cuenta regresiva de 30 días que serán 29 este lunes. Aún le quedan eventos tumultuarios: el último Grito de Independencia la noche del 15; su también postrero desfile patrio, la mañana del 16, más lo que surja.
Pero solo en un conteo riguroso podríamos hablar de un “sexto informe”. El tabasqueño hizo costumbre de informar varias veces al año. De aquí la necesidad de incluir en dicha numeralia los reportes trimestrales.
Y cabe también esperar más eventos entre el referido desfile del 16 de septiembre y el último día de su mandato, el lunes 30 de septiembre, la mañana del adiós.
Habrá fiesta, mariachis, golondrinas, comida, con ese ingrediente que tienen las despedidas mexicanas. La nostalgia por el presente (ni modo) y la rigurosa lagrimita de gente como #LordMolécula. En efecto, quien mucho se despide pocas ganas tiene de irse.
Aunque las efemérides septembrinas no se agotan ahí. Hay otras que, a fuerza de ser mal vistas por la historia oficial, pasan con sordina, como la llamada “Consumación de la Independencia”, el 27 de septiembre de 1821.
De hecho, al fallido emperador ITURBIDE solo lo recordamos por su arresto en Soto la Marina y fusilamiento en Padilla, Tamaulipas.
OTROS RECUERDOS
Más actual y de dimensiones todavía impredecibles, será el décimo aniversario del caso Ayotzinapa, entre la noche del 26 y la madrugada del 27. Secuestro y desaparición de 43 estudiantes a las afueras de Iguala, alumnos de la Normal “RAÚL ISIDRO BURGOS”, cuyos deudos no han dejado de protestar, año con año, por la ausencia de resultados.
Otra efemérides septembrina será el día 28, al cumplirse 30 años del caso RUIZ MASSIEU. Su asesinato frente al Sanborns de La Fragua, con resonancias terroríficas hacia Tamaulipas, por la identidad de los autores materiales (sancarlenses, en efecto) caso que luego arrastró a RAÚL SALINAS DE GORTARI, presunto autor intelectual.
Para los memoriosos, hay dos eventos internacionales dignos de recordar, ambos el mismo día. El 11 de septiembre, por los 51 años del golpe militar contra el presidente socialista SALVADOR ALLENDE, en 1973. El mismo día, pero de 2001, el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York.
El doctor ALLENDE es uno de los personajes latinoamericanos admirados por LÓPEZ OBRADOR, en proporción semejante al respeto que guarda hacia el guerrillero argentino ERNESTO, “Che”, GUEVARA.
AL DÍA SIGUIENTE
Para la opinión pública, la principal fuente de interés (no exenta de morbo) es lo que ocurrirá a partir del primero de octubre. Termina el mando bicéfalo. Empieza el de CLAUDIA.
Físicamente, el señor ya anunció su traslado y cambio de residencia a la propiedad que le heredó su padre, en Palenque, Chiapas. Un viejo rancho denominado “La Chingada”.
Nombre llamativo, aunque menos raro de lo que pensamos. Hay muchos puntos en el mapa con dicha etiqueta, en municipalidades como Zitácuaro, Michoacán; Ixcateopan, Guerrero; San Cristóbal, Chiapas; San Felipe, Guanajuato y Tlayacapan, Morelos.
También en Xilitla, San Luis Potosí; Zontecomatlán, Veracruz; Doctor Arroyo, Nuevo León; Cuatro Ciénegas, Coahuila; Mazatlán, Sinaloa; Arivechi, Sonora; Ensenada, Baja California y (según cuentan) hasta en Jaumave, Tamaulipas, entre tantos más.
En Tabasco existen al menos tres lugares así, en los municipios de Tacotalpa, Huimanguillo y el referido de Palenque, propiedad de la familia presidencial.
El hombre entregará la banda tricolor cuando ya redondea 36 años de lucha electoral, si contamos desde 1988 y 1994, cuando fue candidato a gobernador en Tabasco, pasando por su campaña a la dirigencia del PRD en 1996; la puja por la jefatura del gobierno capitalino en 2000 y las tres batallas presidenciales de 2006, 2012 y 2018.
Larga inercia que será una verdadera proeza detener. Ya nos adelantó que, salvo en caso de guerra, no regresará a la vida pública. Depende a qué le quiera llamar “guerra”. Con esa semántica tan flexible que acostumbra, todo puede suceder.
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com
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