Al cierre del año 2014, las remesas de migrantes tamaulipecos recibidas en la entidad ascendieron por primera vez la barrera de los 800 millones de dólares, al registrarse 835 de acuerdo a cifras oficiales del Banco de México (Banxico).
De acuerdo a cifras preliminares del mismo Banxico, este año que recién termina (2015), se tendrán nuevamente remesas recibidas en el estado superiores a 800 millones de dólares. Incluso se calcula que serán por 875 millones.
El promedio anterior entre los años 2010-2013 fue de 500 millones de dólares. A principios de la década del 2000 se registraban cerca de 400 millones. Lo que significa que en sólo 15 años Tamaulipas recibe el doble de remesas de nuestros paisanos que trabajan legal e ilegalmente en los Estados Unidos.
Estas cifras de remesas, van de la mano de un repunte de migrantes de Tamaulipas que laboran en Estados Unidos, principalmente en el Estado de Texas (Houston), siguiendo en importancia los estados de Georgia, Oklahoma y Chicago.
Dichos migrantes laboran ahora mayormente en actividades del sector construcción y servicios, superando a la primera y segunda generación de braceros que trabajaron en la agricultura y ganadería americana, entre los años 1960 a 1990.
Nuestros migrantes cuerudos se distinguen por ser altamente productivos, por lo que en EUA se les acoge con dignidad como trabajadores altamente responsables y superan la media productiva de migrantes de otros estados mexicanos.
Cifras conservadoras del Consejo Nacional de Población (CONAPO) registra que en EUA residen más de 350 mil migrantes de Tamaulipas. Por lo que existen un 10 por ciento de tamaulipecos residiendo ya en ese país.
Municipio como Tula, Tamaulipas, registran un migrante en EUA por cada ciudadano que reside en esa localidad. Estos significa que en Tula se tienen 25 mil habitantes y en EUA se registran cerca de otros 25 mil tultecos ya sea nacidos en Tula, o ya descendientes de tultecos que ya tienen más de 20 años de residencia norteamericana.
Un dato que corrobora estas afirmaciones las reportó ayer en nota publicada en el periódico El Gráfico por el Director del Instituto Tamaulipeco del Migrante (ITM).
(…) En espera del reporte del Banco de México respecto al último trimestre del 2015 sobre las remesas enviadas por migrantes tamaulipecos, se estima que son 800 millones de dólares los que se recibieron a lo largo de todo el año, esto luego del notable repunte que vive este renglón desde el 2014 cuando éstas se duplicaron, informó el director del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, JUAN JOSE RODRIGUEZ ALVARADO.
“Es una aportación importante, y consideramos que esa va a seguir siendo la tendencia”, dijo.
Comentó que la situación de volatilidad financiera que se está viviendo a nivel mundial, no afecta el flujo de las remesas, al contrario, le beneficia, ya que el peso es la moneda que está fluctuando y las remesas se manejan en dólares.
“Puede reflejarse un beneficio a favor de la familia del migrante por el valor, el costo que tiene la divisa americana, si anteriormente los 300 dólares que enviaban a 13 pesos representaba un universo de moneda nacional, ahorita a 17, 18 pesos es un reflejo importante”, dijo.
Respecto al tema de los menores repatriados, luego de que en 2012 se vivió la crisis humanitaria en la frontera con Estados Unidos, el director del Instituto para el Migrante comentó que en 2015 hubo una importante disminución al respecto.
“En el 2015 no llegamos ni a los tres mil menores repatriados, cuando en años anteriores teníamos cinco mil, y la repatriación en general ha ido a la baja, de 124 mil que teníamos regularmente, estamos cerrando con 60 mil repatriaciones, ha ido a la baja”, dijo.
Señaló que esta tendencia tiene que ver con la falta de interés del migrante mexicano de ir a buscar una oportunidad laboral a los Estados Unidos, la cual se deriva de lo difícil que es cruzar de manera indocumentada y de encontrar un trabajo en el país vecino (…) (fin de cita de El Gráfico. 20/1/2016).
Es menester que los tres órdenes de gobierno registren esta tendencia de repunte del binomio «migración – remesas), reconociendo que las remesas de paisanos son un fenómeno económico que se debe tomar más en serio al ver que superan en el doble de la inversión extranjera del Estado, así como las divisas que nos llegan por el sector turismo y exportaciones de mercancías originadas en la entidad.
Se tendrán que estudiar métodos alternativos que motiven a los migrantes a destinar mayores recursos de las mismas remesas, para dedicarlas a actividades productivas que generen empresas y empleos para las propias familias de los migrantes. Por ello se deben acompañar financiamientos e inversiones públicas para estos motivos.
Un ejemplo de ello es el programa de apoyo a migrantes 3×1 de la SEDESOL que cada año sólo destina cifras de 43 millones de pesos con acompañamiento de inversión de cuatro partes ( federación- estado- municipio y propios migrantes).
Quiere decir que cada parte sólo destina cerca de 11 millones de pesos para ese programa cuando pudiera ascender a mínimo 100 millones de pesos por cada integrante que lograría cifras históricas a los 400 millones de pesos para proyectos comunitarios y productivos, como lo hacen en estados como Zacatecas y Michoacán donde se han invertido en grandes agroindustrias y agricultura como el aguacate.
Este es un nicho de oportunidad que espera de la inteligencia e iniciativa de nuestras autoridades.