PEPE AZPEITIA ya había arreglado la audiencia con RODOLFO.
La idea era que, sobre la marcha de la campaña, el candidato del PRI a la gubernatura estuviera enterado del caso de mi hijo ANGEL, para que la transición entre un gobierno y otro no detuviera las pesquisas.
Y AZPEITIA, a la sazón jefe de prensa de la campaña de RODOLFO, nos había arreglado la cita con el candidato.
Mi esposa y yo lo veríamos.
Lo voy a decir otra vez: Mi hijo ANGEL desapareció el 20 de abril del 2010, en Camargo, cuando transitaba a Miguel Alemán para entrevistar al entonces aspirante a candidato del PRI a diputado local, ADOLFO VICTOR GARCIA JIMENEZ,
La investigación del caso dice que mi hijo cruzó esa ciudad cuando la casa del ex alcalde PEPE CORREA estaba en llamas, y su despacho tiroteado.
Pero que a la altura de BANORTE, en el centro de la ciudad, gente armada lo interceptó.
… Hasta ahí sabemos.
El ex Procurador BOLIVAR HERNANDEZ le entró al caso, pero sin éxito.
El Agente del Ministerio Público que conoció el caso de primera mano, me confesó que los ministeriales a su disposición tenían miedo, pues grupos delictivos a menudo tiroteaban el edificio de la Procuraduría.
-¡Entonces que renuncien!, le respondí indignado.
-¿Para qué son policías, entonces?, agregué.
De entrada, confié en que el grupo que interceptó a mi hijo me lo devolvería, al percatarse de su error.
Pero no.
EUGENIO me recibió dos veces en casa de gobierno.
A través de su entonces jefe de prensa, MARIO RUIZ PACHUCA, me ofreció todo su apoyo.
Sin resultados.
Amigos de gobierno se avocaron a la investigación, pero con resultados negativos.
Al contrario: Uno ya no está.
Entonces, la idea de entrevistar a RODOLFO TORRE CANTU aquella vez, era para ponerlo al tanto de la situación y solicitarle su apoyo para que, en cuanto previsiblemente ganara las elecciones, siguiera apoyando la búsqueda de mi hijo.
Mi hijo desapareció en Camargo, digo.
No creo difícil ‘peinar’ la zona e investigar entre los lugareños, habitualmente informados de todo lo que sucede en esa pequeña comunidad.
¿Se ha hecho eso?… Lo ignoro, pero yo anduve por allá al principio y presumo que no, porque dialogué con amigos y familias, aterrorizados por la espiral de violencia, y no obtuve más datos.
Un amigo me sugirió que buscara al ex líder campesino LUPE MORIN, cuyo hijo permaneció secuestrado y fue rescatado por el Ejército.
“Quien quite y él vio a tu hijo entre los secuestrados”, me dijeron.
No; nada.
LUPE MORIN, quien sufrió -como yo- en carne propia los estragos de la violencia, “andaba como ido”.
Le vi el miedo en los ojos.
Y respeté su temor.
Ya no lo inquirí, pero al ir caminando sobre sus pasos, descubrí que a menudo volteaba para cerciorarse que no lo seguía.
Los dos nos subimos al transporte foráneo y me senté a su lado.
Él venía mudo.
No quería hablar.
Yo respeté su silencio.
Se bajó en Díaz Ordaz.
Ya había dejado su casa de “El Cadillo”, donde había recibido la ingrata visita…
Meses después, murió, aunque era corpulento, como un roble.
¿Murió de pesar? ¿de susto?.
…
Por eso quería yo una audiencia con RODOLFO.
RODOLFO era, lo sé por experiencia propia, un político humanista.
Una vez requerí una costosa resonancia magnética, y RODOLFO ordenó de inmediato que se me atendiera.
Días después marcó mi número para preguntar cómo me había ido con la resonancia.
Así era RODOLFO.
Sabía pues, que RODOLFO comprendía mi situación de angustia e instruiría a sus colaboradores para agilizar la búsqueda de ANGEL, mi hijo.
Pocos días antes del percance, quizá una semana antes de que el grupo armado interceptara a mi hijo, mi esposa BLANCA LETICIA y mi hijo ANGEL habíamos tenido oportunidad de saludar a RODOLFO en su campaña, en Nuevo Laredo.
JOSE LUIS CASTILLO, amigo de RODOLFO desde sus primeros pasos en política, había tenido la atención de detener al candidato cuando salía de una ceremonia, para presentárnoslo.
RODOLFO se acercó a nosotros y nos sonrió con sus ojos color miel.
“Lo que se ofrezca”, nos dijo y miró a JOSE LUIS, como instruyéndolo.
Fue la última vez que lo vi.
La noticia de su cobarde asesinato, 80 días después de la desaparición de mi hijo ANGEL -el 28 de junio del 2010-, nos sacudió con el efecto calcinante de un rayo, y nos laceró con el dolor de un latigazo.
“Si mataron a RODOLFO, que literalmente ya era el gobernador de Tamaulipas -le comenté a mi esposa con tono de desconsuelo-, ¿qué podemos esperar nosotros?”.
Hoy, 6 años después de la desaparición de mi hijo ANGEL, y del cobarde asesinato de RODOLFO, seguimos en las mismas:
Esperando a saber dónde está ANGEL, y quién mató a RODOLFO.
Cambio de orientación temática para compartirle que el candidato del PRI a gobernador, BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, hizo ayer importantes precisiones durante la exposición de su propuesta y una jornada de preguntas y respuestas ante la comunidad universitaria del Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas, campus Tampico.
Con pleno dominio del auditorio y acompañado de su esposa MARCELA y sus hijas ALEJANDRA, DANIELA y MARIANA, el candidato priista tomó el toro por los cuernos y respondió sin circunloquios a los punzantes cuestionamientos juveniles, al poner su trayectoria de servicio público al escrutinio de los universitarios y sustentar que cada quien es responsable de sus hechos.
En su exposición ante medio millar de universitarios, BALTAZAR dijo que la promoción económica se dará en su gobierno a través de incentivos que alienten la inversión y el empleo, pero condicionó el desarrollo de esta zona conurbada, a la construcción de las carreteras Tampico-Tuxpan, Altamira-Valles, pues esas obras detonarán el turismo en la región e impactará el movimiento portuario de Altamira.
Por hoy es todo, nos leemos mañana.