– El PRI…a cirugía y mayor
– “Bebé” triunfador
– Mejor escenario….imposible
NO importa si son 80 años en el poder o tan solo un par de sexenios. Cuando una sociedad se siente desesperanzada y agredida por su gobernantes, simple y sencillamente actúa tal y como ocurrió en la elecciones presidenciales mexicanas en los años 2000 y 2018.
Es claro, además, que no es un membrete partidista lo que hace recapacitar a los ciudadanos en edad de votar, sino la persona que logra cautivar a los electores. La historia política contemporánea contempla en los años antes mencionados un par de claros ejemplos.
VICENTE FOX QUESADA, con la estafeta del Partido Acción Nacional, prácticamente sacó a patadas al Revolucionario Institucional de Los Pinos en la primera alternancia partidista en México. En el año 2000, FOX QUESADA derrotó contundentemente al candidato tricolor FRANCISCO LABASTIDA OCHOA. Sin embargo, el gozo se fue al pozo ante el fracaso gubernamental del guanajuatense quien logró ceder la estafeta a FELIPE CALDERON HINOJOSA, de la misma causa ideológica.
El fortalecimiento del peso mexicano durante ambos gobiernos panistas no se convirtió en una oferta suficiente para convencer al electorado en 2012, lo que permitió el regreso del PRI al Palacio Nacional. ENRIQUE PEÑA NIETO derrotó por escaso margen a ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR.
Seis años más tarde, los votantes aztecas evidenciaron en las urnas el hartazgo e inconformidad de los gobiernos emanados del PRI y el PAN y brindaron su plena confianza al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Luego de un par de intentos fallidos, LOPEZ OBRADOR encabezará la segunda alternancia política en la República Mexicana, obviamente, siempre y cuando el órgano y tribunal electoral no determinen lo contrario.
En julio pasado quedó demostrado que no es suficiente la ideología partidista, sino lo que cuenta es la capacidad de convencimiento del candidato. MORENA, un partido recién nacido, fue el vehículo en el arrollador triunfo del por ahora candidato presidencial triunfador y representa a la primera fuerza política en el país, relegado al PAN y al PRI al segundo y tercer sitio, respectivamente.
Datos duros indican que hace 18 años el “efecto Fox” logró obtener el 42.5% de la votación, 224 curules en la Cámara de Diputados, 60 escaños en el Senado y 19 gubernaturas. En 2006 CALDERON HINOJOSA obtuvo el 35.8% de los sufragios y tuvo una representación en el Congreso de la Unión de 206 diputados y 52 senadores.
La debacle azul continuó en caída libre con la derrota de su abanderada JOSEFINA VAZQUEZ MOTA ante el tricolor ENRIQUE PEÑA NIETO. La candidata panista solamente acaparó el 25.4 de la votación y la representación panista en ambas Cámaras de legisladores se redujo a 114 curules y 38 escaños.
Como en su momento ROBERTO MADRAZO hiciera en el PRI, RICARDO ANAYA CORTES hizo exactamente lo mismo en el PAN, echando por la borda los logros obtenidos, al captar solo el 22.2 de los sufragios. Sobra decir que el damnificado mayor es el expartido aplanadora que si bien aún respira, requiere de una cirugía mayor para lograr sobrevivir.
El caso es que ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, encabezando la segunda alternancia partidista en México, llegará al Palacio Nacional con el respaldo de más de 30 millones de electores, con mayoría en ambas Cámaras del Congreso de la Unión a escaso margen de la mayoría calificada, y con 18 congresos locales en donde MORENA es mayoría. Es decir, prácticamente con la mesa servida para ejercer su gobierno a plenitud.
Mejor escenario….imposible.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx