Aquel día se cometió una masacre, llegaron delincuentes disfrazados de policías, todos con chalecos clonados de la PFP, sin voz de alerta dispararon a un domicilio, ahí dejaron un muerto y obligaron a toda la familia a salir manos en alto para posteriormente secuestrar a cuatro de ellos, los ejecutaron, los dejaron abandonados en una camioneta kilómetros más adelante y emprendieron la huida.
No llegaron muy lejos, unos días después capturaron al primero, casi inmediatamente detuvieron a otro, luego a dos más y terminaron por aprehender a toda la banda, el asesinato fue en el Estado de México y allá mismo se hizo justicia.
El tema viene a colación porque ayer finalmente un Juez dictó sentencia en contra de los implicados en ese acto, tendrán que purgar 282 años, 10 meses y 15 días de cárcel y además cubrir multas por el orden de los 13 millones de pesos en total.
Si, pensamos igual, estos delincuentes lo pensarán dos veces antes de delinquir nuevamente, allá cuando cumplan 300 años de vida y estén abandonando el reclusorio tenga la certeza de que se irán a su casa y serán mejor portados que la madre Teresa de Calcuta.
Obvio que hay quienes no creen en el sistema penitenciario de México y por ello piensan que cualquiera de los siete sentenciados, allá cuando salga de la cárcel, puede reincidir y lo dicen porque en la última evaluación a todas las cárceles salieron reprobadas por la Comisión Nacional de Derechos Humano, dijeron que no cumplían con su función de reinserción social y que además tiene a los internos en condiciones infrahumanas.
El caso es que la sentencia de 282 años, 10 meses y 15 días de prisión que será aplicada a los que cometieron este atroz asesinato parece ejemplar pero tristemente solo refleja lo que es México, un país que se presta a la burla, donde sus legisladores lejos de crear leyes que eviten la impunidad hacen ver ridículos a jueces y magistrados de nuestro poder judicial que tienen que aplicar los códigos penales que diseñan los Diputados y Senadores que nada saben y nada quieren aprender de nuestra realidad.
No hay registro de que una persona, menos en México, pueda vivir 282 años, tampoco se conoce la forma como siete sentenciados a prisión por ese lapso pudieran ser obligados a pagar los 13 millones de pesos que presuntamente se les obligará a cubrir para reparar daños.
Este es México, un país donde sus legisladores, léase Diputados y Senadores, están muy preocupados por endurecer las penas corporales en lugar de incentivar la investigación social para que esta llegue a crear un diagnostico real de lo que pasa, como prevenirlo, atacarlo, y hacer que nuestra vida sea mejor y dejemos de sufrir por tanta violencia e inseguridad, mejor aún, para que la lucha contra la delincuencia no se centre solo en más policías y balas y continúe siendo un cuento de nunca acabar.
Por supuesto, los Diputados y Senadores deberían estar, también, aplicados en crear leyes que obliguen a la eficiencia de autoridades judiciales y de procuración de justicia para que se acabe la impunidad, para que el sistema penitenciario funcione en su obligación de reinsertar a la sociedad a los delincuentes o castigarlos adecuadamente de acuerdo a los daños que causen.
Hoy este México con sus leyes solo se presta a burlas, la impunidad esta en niveles de miedo y los delitos que se castigan se hacen de forma ridícula, a los poderosos apenas con unos meses de cárcel y hasta con prisión domiciliaria mientras a los pobres o quienes estorben sentenciándolos a 282 años, 10 meses y 15 días de prisión.
Esa es nuestra triste realidad, tenemos un país donde solo se alienta la delincuencia, en primer lugar por los altos porcentajes de impunidad y en segundo por lo risible que resultan nuestras leyes, ayer se declaraba por autoridades que hay presos cubriendo el lugar de otros que ya andan muy giriolos en la calle, ahora se difunde con bombo y platillo que han sentenciado a secuestradores y asesinos a 282 años, 10 meses y 15 días de prisión, no se ría, menos por este castigo tan ejemplar, la realidad es que esos delincuentes cuando ya salgan de la cárcel lo pensaran dos veces antes de volver a cometer un delito jaja.
En otras cosas… Las gestiones realizadas por el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca ante Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural Forestal y Pesquero (FND), se logró la asignaicón de alrededor de 3 mil 500 millones de pesos en créditos flexibles para las familias campesinas tamaulipecas.
Este martes, en Ciudad Victoria, se realizó la firma del Convenio de Coordinación entre la Financiera, representada por su Director General, Mario Zamora Gastélum y el Gobierno de Tamaulipas, para la entrega de tractores y equipos agrícolas, además de notificar la construcción de 5 centros de acopio en diferentes regiones de la entidad con financiamiento de esta fiduciaria.
García Cabeza de Vaca señaló que Tamaulipas encontró en la Financiera Nacional una opción para tener acceso a créditos para equipo técnico para el campo en beneficio, sobre todo, de municipios con poblaciones menores a 50 mil habitantes y que recibirán préstamos no únicamente para actividades agropecuarias sino para cualquier otro tipo de negocios.
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