Día del Niño, Día del Trabajo, para esta semana el segundo debate, si se le puede llamar así al encuentro de candidatos, luego viene el Día de la Madre, Día del Maestro, Día del Estudiante y cerraremos mayo para meternos de lleno a los tres días de reflexión previos a la elección del 5 de junio.
Si, tiene razón, la reflexión debió empezar el sábado, festejar a los niños, sus piñatas, comidas, cenas y verlos a los ojos, soñar con lo que pueda esperarles y concientizarnos que es el futuro de ellos la apuesta que haremos en la elección de Gobernador, Presidentes Municipales, y Diputados.
El Día 1 de Mayo, Día del Trabajo, nos debió meter no en los desfiles y fiestas que ahora hacen los sindicatos para que su patrón se sienta feliz, no, debió llevarnos a la reflexión si tenemos lo que deseamos, lo que esperamos, si los sueldos de nosotros y nuestros conocidos han sido suficientes como para qué, aun siendo trabajadores, no sean catalogados (o vivan como) pobres.
Del debate no espero mucho, la primera oportunidad la desperdiciaron casi todos los candidatos, y no porque se hayan declarado una guerra de lodo antes que de ideas sino porque ni en eso debatieron, a las acusaciones vino como respuesta un silencio y otras acusaciones, como si se tratara de conocer quién es más cínico o si se fueran a convertir en inocentes nomás porque el otro parece o es peor, ojalá me equivoque y se luzcan, si será un debate de acusaciones que lleven pruebas en la mano y se responda con pruebas en la mano y si será de propuesta que unos nos digan las debilidades de los proyectos de los otros, y se agarren en un buen debate al respecto, por ejemplo.
Sigue el Día de la Madre, el día más grande para los mexicanos, el honrar a quien nos dio vida, nos enseñó cómo vivirla, y otra vez, a reflexionar si están ellas ahora viven como lo merecen o si podemos darles más a través de políticas públicas o acciones personales.
Ni para qué hablarle del Día del Maestro, la educación es la única puerta al progreso real, la que puede acabar con la inseguridad y la pobreza, la única acción que provoca movilidad social, que saca de la pobreza y les da oportunidad a las personas de salir adelante y garantizar que sus hijos sufrirán menos que ellos para encontrar el éxito, obvio, la fecha nos debe servir para saber si un eslabón importante de esta cadena, el maestro, está bien, que más merece, como quitarle de encima a quienes lo saquean o a otros personajes que gracias a sindicatos y autoridades pueden cobrar como maestros y estar frente a grupos solo para desprestigiar esa noble labor, por ejemplo.
Los muchachos, desde luego que nuestros muchachos son los que más sufren en estos momentos, no pueden salir de sus casas, difícilmente pueden llevar a bailar a sus novias, ir por la noche con sus amigos, de eso tenemos que reflexionar el 23, el Día del Estudiante.
Se acabará mayo y para aquellas fechas ya debemos tener un candidato para cada puesto de elección popular, debemos conocer cuál de los ocho que quiere ser gobernador merece la oportunidad de confiarle todas esas cosas importantes de nuestras vidas, a nuestros hijos, familias, amigos, y lo mismo quien merece ser Alcalde o Diputado.
Esté mes es para la reflexión, ojalá las fechas importantes que atravesamos durante el mismo así nos alienten, tenemos que elegir a los mejores, al que pueda garantizar un buen gobierno estatal, municipal, a quien pueda garantizarnos que será un digno Diputado.
Para la reflexión debemos olvidarnos de la intolerancia de los que piden no más votos al PAN o al PRI, PRD u otros partidos sin más argumentos que sus odios, sus fobias, al contrario, debemos buscar a las personas, a los mejores candidatos o candidatas, sin importar su color o si son independientes, debemos fijarnos en su fama, su historia, en los resultados que han dado, le repito, la apuesta es bastante grande como para no entrarle al tema de la política, la apuesta son sus hijos, su familia, sus vecinos, somos todos.
En otras cosas… La Secretaria de Salud en cinco años del gobierno de Egidio Torre Cantú al detectar que la diabetes, obesidad e hipertensión son las enfermedades que más incrementos han tenido instrumentó el programa Familias Saludables.
El proyecto incluye la búsqueda de personas con dichos padecimientos lo que ha permitido duplicar la atención de los mismos (25 mil pacientes con diabetes, 16 mil con obesidad, más de 30 mil con hipertensión), además de programas de trabajo que permitan atender a padres e hijos con información preventiva y consultas médicas.
Se trata de que las familias sean más saludables en su alimentación, hagan ejercicio, pero sobre todo, ahorrarles recursos ya que esas enfermedades son las que más cuesta atender tanto en dinero como en las relaciones personales y familiares.
“Desde que inicié mi rectorado, pienso que en la Universidad, más que ser una fábrica de profesionales, debemos preparar gente buena, gente de bien, que mucha falta nos hace”.
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