Cleveland.- Los Cachorros de Chicago rompieron el maleficio y luego de 108 años por fin lograron el campeonato de la Serie Mundial al vencer anoche, 8 carreras por 6 a los Indios en duelo de 10 entradas.
Pasaron 39,466 días desde la última vez que los Cachorros de Chicago se coronaron campeones de las Ligas Mayores, pero la Maldición de la Cabra que llegó a su fin apenas la semana pasada, ya no tuvo ninguna influencia en lo que siguió después, siete dramáticos encuentros donde los campeones de la Liga Nacional finalmente vinieron de una desventaja de tres juegos a uno para coronarse en el séptimo y definitivo duelo venciendo 8-7 a los Indios de Cleveland en extrainnings.
Seguramente será una historia que llegará algún día a los cines, inmortalizada en una película que deberá dar testimonio de cómo los Cachorros se convirtieron en apenas el quinto equipo de la historia en remontar una desventaja de tres juegos a uno en la Serie Mundial, cuando habían pasado 31 años desde que los Reales de Kansas City lo hicieron ante los Cardenales de San Luis.
No se podía haber pedido más drama en el duelo protagonizado en el Progressive Field de Cleveland, donde Chicago ganó el segundo juego del Clásico de Otoño y tras obtener en el quinto juego su primera victoria en 71 años en el Wrigley Field, regresó a la casa de los Indios para con la autoridad que le dio ser el equipo mas letal y efectivo de la temporada regular, ganar los juegos 6 y 7 de la Serie Mundial.
La lista de los héroes de la noche no puede circunscribirse a unos cuantos. Chicago, de la mano de Theo Epstein como Vicepresidente de Operaciones de Beisbol, quien había terminado con las dos “maldiciones” más famosas de la historia del deporte, la “Del Bambino” con 86 años de frustraciones de los Medias Rojas y la “De la Cabra” de 108 años con los Cachorros, impuso sus condiciones como el mejor de la temporada y el mejor de la postemporada de esta campaña de las Ligas Mayores.
Después de mantener la ventaja hasta la parte baja de la octava entrada con score de 6-3, la ofensiva de los Indios despertó ante quien debía cumplir con la función de cerrador, Aroldis Chapman, quien se convirtió en uno más de los pitchers aporreados de la noche, que comenzó justo cuando el estelar de los Indios, Corey Kluber, lanzando con sólo tres días de descanso por segunda ocasión en la Serie, admitió 4 carreras en sus poco más de 4 innings en el montículo. Le siguió Andrew Miller quien fue considerado el Jugador Más Valioso de la Liga Americana que sólo duró dos entradas y un tercio, y quien admitió otras dos carreras.
Los Cachorros llegaron con ventaja de 6-3 a la parte baja de la octava cuando el jardinero Rajai Davis conectó un cuadrangular con dos por delante ante Chapman.
Luego para ponerle más drama a la confrontación, la lluvia forzó a que saliera la lona que cubrió el diamante por 15 minutos posponiendo el encuentro que comenzó el miércoles y terminó en los primeros minutos del jueves.
Apenas se retiró la lona del campo de juego, Kyle Schwarber conectó un sencillo a la derecha de Bryan Shaw, dando continuidad a la historia de su rehabilitación apenas previa al arranque del Clásico de Otoño. Más adelante Ben Zobrist llegó a la caja para enfrentar a Shaw con dos en las bases, y conectó una línea a una recta cortada por tercera base mandando a la registradora a Albert Almora Jr que corrió de emergente por Schwarber, para romper el empate a seis. El bateador designado Miguel Montero conectó un sencillo productor que sumó la octava de Chicago por conducto de Rizzo.
En la parte baja respondieron los locales, enfrentando a un nuevo pitcher, Carl Edwards Jr quien remplazó al cubano Chapman y enseguida a Mike Montgomery, para tratar de sacar los últimos tres outs.
Vino entonces la última carrera de los Indios pero de nada sirvió, cuando Montgomery forzó a Michael Martínez a conectar una rola por tercera a Kris Bryant quien hizo el tiro a primera con Anthony Rizzo para terminar con más de un siglo de frustraciones para los Cachorros.
Chicago abrió el encuentro con Kyle Hendricks, el líder de carreras limpias de la temporada en el montículo, pero tuvo que salir después de 4 entradas y 2 tercios, dejando su sitio al no menos estelar Jon Lester quien hizo su tercera aparición como relevista en la postemporada con sólo dos días de descanso desde el juego 5. Lester le regaló a los Cachorros tres entradas de un sólido relevo, aunque un wild pitch provocó que entraran dos carreras y dejó una más en las bases que luego tuvo que aceptar Chapman.
Anthony Rizzo, Kris Bryant, Addison Russell, Javier Baez y Willson Contreras, cada uno consiguió una carrera, pero quizá ninguna vaya a ser recordada tan especialmente como la que consiguió el veterano catcher de 39 años, David Ross, con un cuadrangular en la sexta con dos por delante en lo que fue el último juego de su carrera en las Grandes Ligas.
Cleveland es el quinto equipo que pierde una ventaja de 3-1 en la Serie Mundial y el año próximo su racha sin ganar el título de las Ligas Mayores será de 69 años. Chicago ha visto entonces llegar a su fin una historia casi mitológica de maldiciones que incluyó una cabra, un gato negro y por supuesto la mano del aficionado que se robó una pelota y rompió el corazón de cientos de miles de fanáticos de los Cubs…
