Mientras que en otras entidades fluye la información, en Tamaulipas es top secret el Censo para el Bienestar que levanta la estructura de transición del nuevo gobierno federal.
Sabemos y vemos que los muchachos llamados “servidores de la nación” recorren zonas urbanas y rurales, en busca de posibles beneficiarios de los programas sociales de LOPEZ OBRADOR.
Se ve que el próximo Presidente y su gente tienen prisa, pero no confían en la “mafia del poder”. Tienen razón. Necesitan crear su propia estructura.
Ante la falta de información oficial, suponemos que a estas alturas de la tarde en nuestra entidad el proyecto está terminado. Los primeros apoyos empezarán a fluir a partir del uno de diciembre y otros del uno de enero del 2019.
El próximo gobierno se instalará dentro de 17 días y quiere llegar corriendo.
Es más, en su última gira (ya Presidente) que realizó a la zona sur (Laguna del Carpintero), AMLO dio cifras de los posibles destinatarios de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro (los “ninis”), becas para estudiantes preparatorianos y de nivel superior, adultos mayores y discapacitados.
Según el dato, la lista de aquellos que no estudian ni trabajan es de 61 mil 573, que recibirán tres mil 600 pesos mensuales.
Ya contabilizaron a cinco mil universitarios en situación de pobreza; cien mil estudiantes preparatorianos; 141 mil familias con hijos en nivel básico; 250 mil adultos mayores y 25 mil discapacitados.
Faltan ahí los ganaderos y agricultores que recibirán créditos a la palabra, beneficiarios de microcréditos y colonos marginados.
No obstante la prisa por arrancar, se nos hace que los programas vertebrales del próximo gobierno, no deben elaborarse sobre las rodillas.
Hacen bien en eliminar a intermediarios para no caer en la época en que el Banco Rural enviaba apoyos de 50 cabezas de ganado para los ejidos, y en la última etapa solo llegaban 25. La mitad se “perdían” en el laberinto burocrático (se quedaban con ellos los funcionarios).
Está bien el censo. Sin embargo por las prisas pueden cometer omisiones, dejar fuera a personas que realmente lo necesitan.
Un censo oficial no lo tienen por qué realizar particulares.
Datos del INEGI dicen que, según el censo del 2015, en Tamaulipas hay 986 mil 800 viviendas con un poquito más de hogares (hay varias familias en una misma vivienda) ¿las recorrieron todas estos servidores de la nación?.
El número de tamaulipecos anda por los tres millones y medio ¿quedaron censados todos sus problemas?.
Aparte, oficialmente no son autoridad y un partido, en este caso MORENA, no tiene facultades, no debe contribuir a elaborar un padrón para dispersar fondos públicos. Sería un delito.
Se sabe que los trabajos fueron dirigidos por el futuro coordinador del Programa Integral de Desarrollo y los coordinadores regionales (uno por distrito). El objetivo fue crear el Sistema Integral de Desarrollo Regional.
Bien, además por conseguir voluntarios, muchachos propuestos por organizaciones civiles y morenistas que recibieron una leve capacitación, pero debieron haber esperado al uno de diciembre para comenzar a gobernar, a menos que lo consideren urgente para iniciar el proyecto político electoral rumbo al 2019 y sucesivos.
En el gobierno priísta los programas siempre fueron utilizados con fines electorales. El gobierno funcionó como maquinaria para conseguir votos ¿lo mismo hará MORENA?. Por el camino que arrancaron creemos que sí.
Si lo hacen es un error. Los ciudadanos votaron por un cambio y no por seguir más con lo mismo y hasta “copeteado”.
Ahora la SEDESOL tiene un padrón de 250 mil beneficiados en Tamaulipas. La SEBIEN y otras secretarías de MORENA manejarán el doble, más de 500 mil porque van a incorporar a los estudiantes y a los “ninis”.
No parecen razonar el dicho que dice que “no hagas cosas buenas que parezcan malas”.
Hace falta que los operadores de “servidores de la nación” den la cara, que expliquen que lo están haciendo bien, que no están creando la más poderosa maquinaria electoral nunca vista en México.
Está definido que el primer fin de un partido político es llegar al poder y, el segundo, es conservarlo (a como de lugar). Y se vale pero, ¿en dónde quedan los principios rectores de la organización morenista?.
Si vamos con otros temas, ya habíamos comentado en esta colaboración del triunfo de MARKO CORTES MENDOZA como futuro dirigente nacional del PAN, y la creación de un nuevo partido político encabezado por el matrimonio MARGARITA ZAVALA y FELIPE CALDERON. Se adelantaron. Fue más rápido de lo esperado.
CORTES ganó con alrededor del 80 por ciento de los votos a su contrincante MANUEL GOMEZ MORIN, que garantiza la continuarción del anayismo
¿Qué pasó en Tamaulipas?, pues lo mismo. Aquí aseguró alrededor del 90 por ciento de los votos, con lo cual el Gobernador FRANCISCO GARCIA CABEZA DE VACA y el jefe estatal partidista, FRANCISCO ELIZONDO SALAZAR, hacen acto de presencia y tienen fuerza para exigir posiciones en el CEN y candidaturas, cuando se llegue la hora en el 2019.
Se operó bien y con tiempo. A los opositores les dejaron 625 votos que nada significan, contra los cuatro mil 600 del ganador.
Esto les da a los tamaulipecos derecho de picaporte en el nacional.
En cuanto al ex Presidente CALDERON, no se le diagnostica futuro a su nuevo partido. Dentro de tres años la lucha por la renovación de la cámara baja estará entre MORENA y el PAN. Además, no son muy buenas las cartas de presentación de Don Jelipe, presuntamente aficionado a empinar el codo un día sí y otro también.
Vaya, que los centroamericanos que viajan en caravana rumbo al lado gringo, no pasarán por Tamaulipas por razones de seguridad.
Es la mala noticia. La buena es que nuestras autoridades y particulares se quedaron con los apoyos que tenían acopiados y que podrán repartir entre los nuestros. Aquí hay muchas necesidades.